El pudridero la habitación donde se descomponen los cuerpos de los Reyes de España, durante décadas, antes de ser sepultados en El Escorial

La historia de España se manifiesta en cada esquina de su geografía, y uno de sus más representativos ejemplos es el Real Monasterio de El Escorial. 

Esta majestuosa edificación, que desde su concepción simboliza el poderío de una nación, esconde una doble función menos conocida pero igual de fascinante. 

En sus subsuelos se encuentra el pudridero, lugar donde los restos de los reyes, reinas e infantes de la familia real española sufren un proceso de descomposición que dura alrededor de tres décadas antes de poder ser depositados en sus sepulcros definitivos. 

Ilustrativamente, este proceso puede parecer casi una metáfora de la invisibilidad de la muerte en la corte real, y a pesar de su cruda denominación, está envuelto de una solemne dignidad. 

Desde que el rey Don Felipe II ordenó la construcción del majestuoso templo con el fin de conmemorar la victoria de San Quintín y resguardar bajo su protección los restos de su padre, Carlos I, y de otros miembros de la dinastía Habsburgo, El Escorial ha servido como el lugar de paz final para la mayoría de monarcas de España. 

No obstante, antes de alcanzar esta paz, es indispensable pasar por un lugar sombrío e intrigante, rodeado de mitos y secretos: el pudridero. 

En un intento por aclarar la neblina de rumores que rodea al pudridero, los guías turísticos del Palacio Monasterio de El Escorial suelen hablar de él con un contagioso aire de misterio. 

Explican que en realidad se trata de 3 estancias contiguas al Panteón de los Reyes, que están en el segundo descanso de la escalera, y que están construidos con suelo de granito y techo abovedado. Actualmente una de las estancias alberga los cuerpos de varios infantes y los condes de Barcelona. Existe otra estancia, actualmente vacía destinada a los Reyes.

El procedimiento es el siguiente: Una vez realizadas las exequias al cuerpo del Real finado, se realizan los rituales y formalidades relacionados con la entrega del cadáver real, que posteriormente será colocado en uno de los panteones. Posteriormente el prior, en compañía de monjes de mayor edad, desciende al panteón donde se encuentra el cadáver. En este momento, se hace acompañar de albañiles y otros criados. Los albañiles proceden a retirar la cubierta de terciopelo que protege la caja de plomo sellada que contiene el cadáver real, llevándola hasta el pudridero.

Mientras los albañiles derriban el tabique que separa el pudridero, otros abren varios agujeros en la caja de plomo. Luego, colocan la caja en la alcoba sobre cuatro cuñas de madera, elevándola varios centímetros del suelo. En ese momento, los albañiles proceden a reconstruir el tabique que habían derribado previamente y comienza el proceso de descomposición natural y controlada.

Es importante mencionar que este proceso de descomposición natural del cuerpo no tiene un tiempo estipulado. Sin embargo, se calcula que tarda entre 25 a 40 años para eliminar "la humedad" y los malos olores asociados con la muerte. La sala, en cuanto a su construcción y orientación está pensada para ser una sala fresca y seca, sin luz ni ventilación alguna, lo que permite una optima descomposición y deshidratación de los cuerpos.

El propósito final del pudridero es que los cuerpos se reduzcan de tamaño y encojan para adaptarse a los pequeños cofres mortuorios de plomo que vemos en la cripta de los Reyes de El Escorial. Además de cumplir un requisito físico, este proceso de descomposición también tiene un componente filosófico profundo. 

Hay un inevitable simbolismo en la idea de que los cuerpos regresen a la tierra de la que vinieron y que después la muerte no existe diferencia entre los reyes y el pueblo, además, este proceso preserva los cadáveres durante más tiempo que el proceso natural de descomposición habitual en el resto de cementerios, lo que también simboliza que su memoria perdure.

 

De esta manera, el Real Monasterio de El Escorial no es solamente un monumento, es también testigo del tráfico perpetuo de la historia y del tiempo. Siguiendo siempre presente, su papel ha sido esencial para mantener la vigencia de la dinastía real española, eslabonando una cadena que se extiende en el tiempo desde el reinado de Felipe II hasta la actualidad. 

Por más oscuro que parezca, el pudridero es la última pieza de este rompecabezas. Las paredes de piedra del Escorial contiene a sus muertos, conservados para la eternidad en las veredas de granito. 

A la vez, estas mismas paredes han sido testigos de las vidas, éxitos y fracasos de los monarcas españoles. En este sentido, El Escorial funciona como una cápsula del tiempo, manteniendo viva esa conexión tangible con una historia que se niega a desvanecerse en el olvido. 

 

El Monasterio de El Escorial, también conocido como el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, es un monumento histórico de gran importancia en España. Este majestuoso edificio, ubicado en la Comunidad de Madrid, es un destacado ejemplo de la arquitectura renacentista y una joya del patrimonio cultural español.

Historia y Significado: El Monasterio de El Escorial fue construido en el siglo XVI por orden del rey Felipe II. Su construcción se inició en 1563 y se completó en 1584. Este imponente monasterio sirvió como lugar de entierro para varios monarcas españoles y se convirtió en un centro de poder político y religioso durante la época de la monarquía española. Su diseño arquitectónico es una representación de la influencia de la Iglesia en la monarquía y la importancia de la Contrarreforma en España.

Arquitectura Impresionante: El Monasterio de El Escorial es famoso por su arquitectura grandiosa. El edificio cuenta con una impresionante iglesia, una biblioteca real, un palacio, una basílica y más de 2,500 ventanas. Su diseño es simétrico y sigue los principios del Renacimiento, lo que lo convierte en un hito arquitectónico de relevancia internacional. Los visitantes pueden explorar sus numerosas salas, capillas y jardines, admirando la riqueza de detalles arquitectónicos.

Riqueza Artística y Cultural: Dentro de sus muros, el Monasterio de El Escorial alberga una vasta colección de obras de arte, manuscritos antiguos y objetos históricos. La biblioteca real cuenta con miles de libros y manuscritos, algunos de los cuales son auténticos tesoros. Además, el monasterio alberga importantes obras pictóricas y esculturas que reflejan la riqueza cultural de la época en la que fue construido.

Visita Obligada en España: El Monasterio de El Escorial es un destino imprescindible para cualquier persona que visite España. Su belleza arquitectónica, su significado histórico y su riqueza artística lo convierten en un lugar único. Los visitantes pueden explorar sus pasillos, aprender sobre la historia de España y maravillarse con su esplendor arquitectónico. Sin duda, una visita al Monasterio de El Escorial es un viaje al pasado que deja una impresión duradera en todos aquellos que tienen el privilegio de recorrer sus majestuosos pasillos.