La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una alerta sanitaria en España debido a la presencia de proteínas de leche no declaradas en las galletas tipo maría de la marca Hacendado sin gluten y sin lactosa. Estas proteínas pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles, lo que ha llevado a ordenar la retirada inmediata de las galletas afectadas de los supermercados Mercadona en todo el país.
El lote afectado por esta alerta tiene como fecha de consumo preferente el 29/05/2025. Las galletas se presentan en envases de plástico de 205 gramos y se exhiben a temperatura ambiente en los lineales de los supermercados. La Aesan tuvo conocimiento de este problema a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri), tras una notificación de las autoridades sanitarias de la Comunidad Valenciana.
Desde Mercadona han anunciado en su página web la retirada preventiva de las galletas afectadas. Se verificará que todos los productos del lote señalado sean retirados de los canales de comercialización
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La Aesan recomienda a las personas alérgicas a las proteínas de la leche que hayan comprado este producto que se abstengan de consumirlo. Sin embargo, aquellos consumidores que no tengan alergia a estas proteínas o sean intolerantes a la lactosa no corren riesgo, ya que la lactosa es el azúcar de la leche y no está relacionada con las proteínas mencionadas.

¿Qué son las alergias alimentarias?

Las alergias alimentarias son reacciones adversas del sistema inmunitario a un alimento específico. Ocurren cuando la persona sensible entra en contacto con el alérgeno, ya sea por ingestión, contacto o, en casos de alta sensibilidad, incluso por inhalación. En los casos más graves, una reacción alérgica puede desencadenar un shock anafiláctico, que requiere atención médica inmediata.
La alergia a las proteínas de la leche es una enfermedad genética en la que el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada ante estas sustancias, principalmente la betalactoglobulina y la caseína. Esto puede provocar síntomas como anafilaxia, estrechamiento de vías respiratorias, enrojecimiento, picazón y descenso brusco de la presión arterial.
Según datos de la AESAN, la leche es el tercer alimento más común causante de anafilaxia, después de los cacahuetes y los frutos secos. Por ello, es crucial que las personas con esta condición eviten el consumo de productos que puedan contener trazas de leche no declaradas.

La importancia del etiquetado en los alimentos

El etiquetado de los alimentos es esencial para que los consumidores, especialmente aquellos con alergias o intolerancias, puedan tomar decisiones informadas sobre los productos que adquieren. La normativa europea y española obliga a declarar la presencia de los 14 alérgenos principales, entre los que se encuentra la leche y sus derivados.
Casos como el de estas galletas Hacendado demuestran la importancia de un etiquetado preciso y de los controles de calidad en la industria alimentaria. Los fabricantes deben asegurar que sus productos cumplan con la información declarada y que no existan trazas de alérgenos no mencionados que puedan poner en riesgo la salud de los consumidores sensibles.
 

¿Qué es una alerta alimentaria de la AESAN?

Una alerta alimentaria de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) es una notificación oficial emitida cuando se identifica un riesgo potencial para la salud pública derivado del consumo de un alimento o producto alimentario. Estas alertas son parte de un sistema de vigilancia y respuesta rápida para proteger a los consumidores. La AESAN, como organismo responsable en España, actúa en coordinación con otras autoridades sanitarias a nivel regional, nacional e internacional, para identificar, evaluar y gestionar riesgos asociados a los alimentos y piensos.

Proceso de Detección y Notificación: 

El proceso comienza cuando se detecta un problema en un producto alimentario, ya sea por controles rutinarios, autocontroles de las empresas, notificaciones de otros países, o informes de consumidores o profesionales de la salud. 
Una vez identificado el riesgo, se activa un protocolo que incluye la evaluación del peligro, la trazabilidad del producto y la determinación de las medidas a adoptar. La AESAN, utilizando el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), se encarga de distribuir la información relevante a las autoridades competentes en las comunidades autónomas y, si es necesario, a nivel europeo a través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF).

Tipos de Riesgos y Medidas

Los riesgos que pueden desencadenar una alerta alimentaria incluyen contaminación química, biológica (como bacterias patógenas), presencia de cuerpos extraños (como fragmentos de vidrio o plástico), o etiquetado incorrecto que pueda ocasionar alergias. Dependiendo de la gravedad y el alcance del riesgo, las medidas pueden variar desde la retirada del producto del mercado, pasando por la emisión de recomendaciones de no consumo hasta la realización de campañas informativas para alertar al público.
Las alertas alimentarias son una herramienta crucial en la protección de la salud pública. Permiten reaccionar de manera rápida y eficaz ante riesgos alimentarios, minimizando así la exposición de los consumidores a productos peligrosos. 
Además, estas alertas ayudan a mantener la confianza en el sistema de seguridad alimentaria, asegurando que los alimentos que llegan al consumidor son seguros y de calidad. La transparencia y la comunicación efectiva son elementos clave en la gestión de estas alertas para garantizar la protección y el bienestar de los consumidores.

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