La cerveza es, por lejos, una de las bebidas favoritas de los españoles y de muchas personas en el mundo. Al menos, así lo reflejan las estadísticas: anualmente se consumen alrededor de 175.000 millones de litros en el planeta, gracias a su sabor característico y su contenido alcohólico más bajo, en comparación con otras bebidas. 
Pese a estas maravillosas cualidades y el origen natural de la misma (agua, malta de cebada y lúpulo), su ingesta presenta ciertos riesgos para la salud, por lo que se aconseja un consumo moderado y consciente.

Importancia del consumo moderado

Antes que nada, es fundamental comprender que la cerveza, como cualquier bebida alcohólica, puede resultar perjudicial si se consume de manera desmedida. Por ello, fomentar una actitud prudente con respecto a su consumo y reconocer que ciertos grupos de personas no deben consumirla en ninguna circunstancia por la posibilidad del agravamiento de problemas de salud es muy importante. 
En ese sentido, existen cuatro grupos que deberían evitar su consumo siempre:

Personas con síndrome del intestino irritable (SII)

El SII es una patología gastrointestinal que provoca síntomas como dolor abdominal, hinchazón y alteraciones en el ritmo de las deposiciones. El consumo de cerveza puede exacerbar estos síntomas por su contenido gaseoso y ciertos componentes irritantes, llevando a un malestar y empeoramiento de la condición.

Individuos con cirrosis hepática o trastornos hepáticos

Las afecciones hepáticas como la cirrosis están íntimamente ligadas al consumo crónico y excesivo de alcohol. Aunque la cerveza tenga un contenido alcohólico reducido con respecto a otras bebidas, sigue siendo una fuente de alcohol y puede, por ende, empeorar o desencadenar trastornos hepáticos en personas predispuestas.

Personas con acidez gástrica

El alcohol presente en la cerveza puede debilitar la función del esfínter esofágico, responsable de mantener cerrada la conexión entre el esófago y el estómago. Esto puede desencadenar un incremento de la acidez gástrica y el reflujo ácido, generando molestias y exacerbando los síntomas de quienes padecen de acidez frecuente.

Personas con diabetes o estado previo a la misma

El proceso de fermentación de la cerveza conlleva la generación de azúcares, siendo perjudicial para personas con diabetes o en estado pre-diabético. Beber cerveza puede incrementar los niveles de glucosa en sangre, afectando la regulación del azúcar en personas con diabetes.
Es muy importante que las personas pertenecientes a estos grupos comprendan los riesgos ligados al consumo de cerveza y tomen decisiones informadas en torno a su ingesta. Si eres amante de la cerveza, recuerda que el equilibrio y la moderación son clave. 
Siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cualquier cambio en tu dieta o estilo de vida, especialmente si tienes enfermedades crónicas o condiciones específicas de salud.

Alternativas a la cerveza con alcohol

La cerveza es una bebida disfrutada en muchas culturas, pero, como te contamos, su consumo responsable es crucial para proteger la salud. Para aquellos que deben evitarla, existen alternativas sin alcohol y opciones más saludables que les permitirán seguir disfrutando de eventos sociales sin comprometer su salud:

Cerveza sin alcohol

La cerveza sin alcohol ha ganado popularidad en los últimos años, ofreciendo el sabor característico de la cerveza pero con un contenido de alcohol prácticamente nulo. Las técnicas modernas de elaboración han mejorado significativamente el sabor, acercándolo al de sus contrapartes alcohólicas, lo que las hace una excelente opción para los aficionados a la cerveza.

Kombucha

La kombucha es una bebida fermentada a base de té que se ha consumido durante siglos. Contiene probióticos beneficiosos para la salud del sistema digestivo, además de ser baja en azúcar y calorías. Su sabor único y ligeramente efervescente la convierte en una alternativa refrescante y saludable.

Mocktails

Los mocktails o cócteles sin alcohol ofrecen la complejidad y el disfrute de un cóctel tradicional pero sin el contenido alcohólico. Utilizando una mezcla creativa de jugos de frutas; hierbas; especias y aguas con gas los mocktails pueden ser personalizados para satisfacer cualquier paladar, haciéndolos populares en eventos y reuniones sociales.

Agua con gas y aromatizada

El agua con gas, especialmente cuando está aromatizada con ingredientes naturales como limón, pepino o hierbas, ofrece una alternativa refrescante y sin calorías. Es una excelente opción para quienes buscan mantenerse hidratados y disfrutar de una bebida con un poco más de carácter que el agua plana.

Tés y cafés especiales

Tanto el como el café pueden ser disfrutados en variadas preparaciones que van más allá de las tazas tradicionales. Los tés fríos o los cafés especiales, como los lattes sin cafeína con sabores añadidos, pueden proporcionar una experiencia de bebida única y satisfactoria sin recurrir al alcohol.
Estas alternativas sin alcohol no sólo son seguras para aquellos con restricciones de salud, sino que también ofrecen beneficios adicionales, como la mejora de la salud digestiva; la reducción de la ingesta calórica y el fomento de un estilo de vida más saludable
La próxima vez que busques una bebida social o refrescante, considera una de estas opciones saludables y libres de alcohol.

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