Alerta alimentaria: Ordenan la retirada inmediata de estas tortas de aceite muy consumidas en España
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) alerta sobre la venta de tortas de aceite con proteínas de leche no declarada. Las autoridades sanitarias piden evitar su consumo y, aunque tienen como origen Valencia, no descartan su venta en más comunidades autónomas.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha emitido una alerta sanitaria en España alertando de la presencia de proteínas de leche no declaradas en el etiquetado de un lote específico de las populares tortas de aceite de oliva virgen extra de la marca Inés Rosales. Este producto, muy conocido en toda España, se ha visto afectado en su lote L-24103103 con fecha de caducidad 01/12/2024, el cual se ha distribuido en la Comunidad Valenciana, aunque no se descartan redistribuciones a otras regiones.
La AESAN tuvo conocimiento de esta incidencia a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri), tras una notificación de alerta trasladada por las autoridades sanitarias valencianas. Como medida preventiva, se ha ordenado la retirada de este lote de los canales de comercialización para evitar riesgos en personas con alergia a las proteínas lácteas.
Respuesta de la empresa Inés Rosales
Ante esta situación, Inés Rosales ha emitido un comunicado asegurando que "todas las materias primas empleadas en la línea de fabricación de este producto se encuentran libres de lácteos". Como precaución, la compañía ha solicitado a sus clientes la retirada del lote afectado hasta recibir los resultados de los análisis de laboratorio a los que han enviado muestras.
La empresa ha reafirmado su "compromiso de mantener un elevado nivel de seguridad" y ha asegurado estar colaborando estrechamente con las autoridades sanitarias para esclarecer lo ocurrido y tomar las medidas necesarias.
Riesgos para personas alérgicas a la leche
La alergia a las proteínas de la leche es una enfermedad genética en la que el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada ante estas sustancias, principalmente la betalactoglobulina y la caseína. Esto puede provocar síntomas como anafilaxia, estrechamiento de vías respiratorias, enrojecimiento, picazón y descenso brusco de la presión arterial.
Según datos de la AESAN, la leche es el tercer alimento más común causante de anafilaxia, después de los cacahuetes y los frutos secos. Por ello, es crucial que las personas con esta condición eviten el consumo de productos que puedan contener trazas de leche no declaradas.
Importancia del etiquetado correcto de alérgenos
La legislación obliga a destacar claramente la presencia de alérgenos en las etiquetas de los productos alimentarios para facilitar su identificación por parte de los consumidores afectados. Sin embargo, en ocasiones se producen errores o contaminaciones durante la manipulación o envasado que pueden suponer un riesgo grave para la salud.
Casos como este resaltan la importancia de un etiquetado preciso y de un control exhaustivo en toda la cadena de producción y distribución alimentaria. Solo así se podrá garantizar la seguridad de todos los consumidores, especialmente de aquellos con alergias o intolerancias.
Actuación ante alertas alimentarias
Ante una alerta alimentaria, la AESAN coordina con las autoridades autonómicas la retirada de los productos afectados y la información a la población. Los consumidores deben estar atentos a estos avisos y seguir las recomendaciones oficiales.
En este caso concreto, la agencia advierte a las personas alérgicas a las proteínas de leche que podrían tener este producto que se abstengan de consumirlo, mientras que para el resto de la población no supone ningún riesgo.
Como consumidores, es fundamental mantenerse informados, revisar el etiquetado y, ante cualquier duda, consultar con las autoridades sanitarias o los profesionales de la salud. Solo con la colaboración de todos los actores implicados - empresas, administraciones y ciudadanos - se podrá velar por una alimentación segura y de calidad.
¿Qué es una alerta alimentaria de la AESAN?
Una alerta alimentaria de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) es una notificación oficial emitida cuando se identifica un riesgo potencial para la salud pública derivado del consumo de un alimento o producto alimentario. Estas alertas son parte de un sistema de vigilancia y respuesta rápida para proteger a los consumidores. La AESAN, como organismo responsable en España, actúa en coordinación con otras autoridades sanitarias a nivel regional, nacional e internacional, para identificar, evaluar y gestionar riesgos asociados a los alimentos y piensos.
Proceso de Detección y Notificación:
El proceso comienza cuando se detecta un problema en un producto alimentario, ya sea por controles rutinarios, autocontroles de las empresas, notificaciones de otros países, o informes de consumidores o profesionales de la salud.
Una vez identificado el riesgo, se activa un protocolo que incluye la evaluación del peligro, la trazabilidad del producto y la determinación de las medidas a adoptar. La AESAN, utilizando el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), se encarga de distribuir la información relevante a las autoridades competentes en las comunidades autónomas y, si es necesario, a nivel europeo a través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF).
Tipos de Riesgos y Medidas
Los riesgos que pueden desencadenar una alerta alimentaria incluyen contaminación química, biológica (como bacterias patógenas), presencia de cuerpos extraños (como fragmentos de vidrio o plástico), o etiquetado incorrecto que pueda ocasionar alergias. Dependiendo de la gravedad y el alcance del riesgo, las medidas pueden variar desde la retirada del producto del mercado, pasando por la emisión de recomendaciones de no consumo hasta la realización de campañas informativas para alertar al público.
Las alertas alimentarias son una herramienta crucial en la protección de la salud pública. Permiten reaccionar de manera rápida y eficaz ante riesgos alimentarios, minimizando así la exposición de los consumidores a productos peligrosos.
Además, estas alertas ayudan a mantener la confianza en el sistema de seguridad alimentaria, asegurando que los alimentos que llegan al consumidor son seguros y de calidad. La transparencia y la comunicación efectiva son elementos clave en la gestión de estas alertas para garantizar la protección y el bienestar de los consumidores.
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