En los meses cálidos de verano es más frecuente el riesgo de sufrir picaduras de avispa. Estos insectos, atraídos por olores intensos, colores vivos y alimentos azucarados suelen presentarse en actividades al aire libre y momentos de esparcimiento. 
Sin embargo, no hay que alarmarse, ya que la picadura de avispa, aunque molesta, puede ser tratada eficazmente con diversos remedios caseros y medidas de prevención
A continuación, abordaremos todo lo que necesitas saber para enfrentar y tratar una picadura de avispa de manera natural. ¡Continúa leyendo!

¿Por qué pican las avispas?

Primero, veamos las razones por las que nos pican las avispas. La picadura de avispa no es un acto de agresión sin provocación, sino un mecanismo de defensa que activa la avispa cuando se siente amenazada. 
En general, hay dos razones principales que motivan a este insecto a picar:
  • Protección del nido: si nos acercamos sin darnos cuenta a un nido de avispas, el insecto puede interpretar nuestra presencia como una amenaza y actuar en consecuencia.
  • Autodefensa: movimientos bruscos y erráticos cerca de una avispa pueden ser interpretados como un intento de ataque, lo que, a su vez, puede desencadenar una respuesta defensiva.

Tipos de avispas en España

En España, las tres especies de avispas más comunes son la avispa común, el avispón y la avispa asiática. Estas especies pueden ser diferenciadas principalmente por el tamaño, el color del tórax y del abdomen.
Para reconocerlas, ten en cuenta las siguientes características:
-Identificación por tamaño: la característica más evidente al primer vistazo es el tamaño. Normalmente, la avispa común es la más diminuta, seguida por el avispón con una estatura mediana y finalmente, la avispa asiática destaca como la gigante entre ellas. 
A pesar de esto, la variabilidad natural a veces juega sus trucos, alterando estos estándares. Por lo tanto, es crucial familiarizarse con características adicionales para diferenciar correctamente entre estos insectos.
-Pigmentación del tórax: el tórax de la avispa común exhibe un color negro profundo, mientras que, en contraste, el avispón se distingue por una banda de color marrón claro en esta área y la avispa asiática, con un vibrante amarillo.
-Tonalidad del abdomen: al examinar el abdomen, tanto la avispa común como el avispón comparten una paleta de amarillo y negro, presentando un patrón similar. Sin embargo, la avispa asiática introduce una variante con su abdomen mayoritariamente marrón, culminando en una punta con un peculiar tono anaranjado, ofreciendo así una pista visual única para su identificación.

Reacciones y tratamiento ante una picadura de avispa

Al producirse la picadura, se experimenta dolor y ardor en la zona afectada. Lo primero que se debe hacer es alejarse del lugar, si se trata de una alerta para otras avispas en la zona. Después es importante saber si se sufre de alergia a la picadura de esta especie, cuyos síntomas pueden variar desde inflamaciones hasta dificultades respiratorias.

¿Cómo puedo saber si soy alérgico a las picaduras de avispa?

Si después de una picadura experimentas hinchazón en áreas alejadas de la picadura; urticaria; estornudos; picor de nariz; problemas para respirar; mareos; náuseas o vómitos debes buscar ayuda médica de inmediato, ya que estas pueden ser señales de una reacción alérgica.

Remedios caseros para la picadura de avispa

Si no eres alérgico, existen varios remedios domésticos que pueden ayudar a aliviar los síntomas tras una picadura de avispa. Lo primero en hacer es retirar con cuidado el aguijón. Posteriormente, puedes recurrir a varias soluciones naturales para aliviar el dolor y la hinchazón. 
Entre ellas, se pueden mencionar la aplicación de hielo; el uso de bicarbonato de sodio con agua; el ajo; el limón y el aloe vera. Cada uno de ellos puede ayudarte a minimizar las molestias derivadas de la picadura.

¿Cómo aplicarlos?

Aplicación de hielo: envuelve algunos cubitos de hielo en un paño o utiliza una compresa fría y aplícala sobre la zona afectada durante 10-15 minutos. Evita poner el hielo directamente sobre la piel para prevenir quemaduras por frío.
Uso de bicarbonato de sodio con agua: mezcla bicarbonato de sodio con unas gotas de agua hasta formar una pasta espesa y aplícala sobre la picadura, dejándola actuar durante unos 15-20 minutos. El bicarbonato ayuda a neutralizar el pH de la picadura, reduciendo la picazón y el dolor.
Ajo: machaca un diente de ajo para liberar sus jugos y aplica el ajo directamente sobre la picadura durante unos minutos. Luego, limpia la zona con agua. Sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a reducir el dolor y la hinchazón.
El limón: corta un limón por la mitad y frota una de las mitades sobre la zona afectada, o exprime el jugo de limón y aplícalo directamente. Esto puede ayudar a prevenir la infección y calmar la picazón.
El aloe vera: aplica gel de aloe vera directamente sobre la picadura para aliviar el dolor y la inflamación. El aloe vera no solo refresca la piel, sino que también promueve la curación gracias a sus compuestos antiinflamatorios.

Prevención de la picadura de avispa

La prevención es la mejor estrategia para evitar las picaduras de avispa:
  • Mantén la calma si detectas una avispa cerca, evita hacer movimientos bruscos y no intentes ahuyentarla. 
  • Procura no frecuentar lugares con mucha basura y restos de comida. 
  • Si detectas un nido de avispas cerca, aléjate de la zona con cuidado. 
  • Si eres alérgico, lleva siempre contigo tu medicación.

Recuerda

Mantener la calma y reaccionar con prudencia ante una picadura de avispa es esencial. El conocimiento de estos remedios caseros y medidas de prevención puede serte de gran ayuda. Y, en caso de que experimentes reacciones alérgicas tras una picadura de avispa, busca atención médica.

El problema de ser alérgico a las avispas y ser picado

Ser alérgico a las picaduras de avispas implica un riesgo considerablemente mayor al enfrentar una picadura. Las reacciones alérgicas pueden ir desde inflamaciones locales significativas hasta una anafilaxia, una condición potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata
Los síntomas de anafilaxia incluyen dificultades respiratorias; hinchazón del rostro, lengua o garganta; mareos severos y pérdida de consciencia. Para quienes son conocidos por tener alergias graves, es crucial llevar siempre consigo medicación de emergencia como la epinefrina (autoinyector EpiPen) y evitar áreas conocidas por tener alta actividad de avispas.
 

¿Cómo diferenciar y reconocer una abeja y una avispa?

Al diferenciar una avispa de una abeja, es importante prestar atención a sus características físicas distintivas. Las avispas generalmente tienen cuerpos delgados con una cintura estrecha que separa claramente el tórax del abdomen, dando un aspecto más segmentado. Su piel es más lisa y brillante en comparación con las abejas. En contraste, las abejas presentan cuerpos más robustos y peludos, adaptados para la recolección de polen, lo que les confiere un aspecto más rechoncho y menos brillante. Estas diferencias son cruciales para identificarlas correctamente en su entorno natural.
En cuanto al color, las avispas suelen tener colores vivos y patrones de bandas en tonos de amarillo, negro, y a veces rojo, que sirven como una advertencia para los depredadores. Las abejas, por otro lado, tienden a ser de tonos más apagados, predominantemente en matices de marrón y oro, lo que las ayuda a camuflarse mejor mientras buscan polen. Los colores y patrones son indicativos de sus roles en la naturaleza y proporcionan una pista visual rápida sobre su identidad.
Además, las alas y el comportamiento también ayudan a distinguirlas. Las avispas pueden tener las alas más largas en relación con su cuerpo, que tienden a plegar cuando están en reposo. Las abejas, en cambio, suelen tener alas más cortas que descansan de manera más plana sobre su abdomen. Observar cómo interactúan con el entorno también es útil; las abejas se ven comúnmente en las flores, recolectando polen, mientras que las avispas pueden estar explorando diversas fuentes de alimento, incluyendo otros insectos. Estas diferencias son esenciales para entender y respetar el papel ecológico que cada una desempeña.
En términos de agresividad, las avispas suelen ser percibidas como más agresivas en comparación con las abejas. Las avispas pueden atacar si se sienten amenazadas o si su nido está en peligro. Además, pueden picar múltiples veces, lo que las hace particularmente temidas durante actividades al aire libre. En cambio, las abejas suelen picar solo como último recurso, ya que pierden su aguijón y mueren después de picar, lo que las hace más dóciles si no se sienten provocadas.

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