Las verrugas son pequeños crecimientos cutáneos, generalmente indoloros, que pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo. Son causadas por el virus del papiloma humano (VPH) y, de acuerdo a la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), afectan a entre el 7 y el 19% de la población general, siendo más frecuentes en la edad pediátrica y, aún más, en las niñas que en los niños.
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), existe cierta confusión con el término "verruga", que debe ser utilizado solamente para referirse a las infecciones cutáneo-mucosas producidas por el VPH

Tipos de verrugas

Existen diferentes tipos de verrugas, entre las que se encuentran las verrugas vulgares; las verrugas filiformes; las verrugas planas; las verrugas plantares y las verrugas anogenitales.

Verrugas vulgares

Las verrugas vulgares, también conocidas como verrugas comunes, son el tipo más frecuente de verrugas. Se caracterizan por su aparición en manos, dedos y codos, presentando una superficie áspera y elevada
Estas verrugas son causadas principalmente por las cepas 2 y 4 del Virus del Papiloma Humano (VPH) y son especialmente comunes en niños y adolescentes. A pesar de su apariencia inquietante, son generalmente inofensivas y pueden desaparecer sin tratamiento en un plazo de 1 a 2 años.

Verrugas filiformes

Las verrugas filiformes se distinguen por su forma alargada y filiforme, pareciendo pequeños hilos que sobresalen de la piel. Estas verrugas se desarrollan comúnmente en áreas del rostro, como los párpados, labios y cuello
La rápida propagación y su ubicación visible pueden causar preocupación estética significativa, aunque son igualmente benignas. La cepa del VPH responsable de estas verrugas suele ser diferente de la que causa las verrugas comunes.

Verrugas planas

Las verrugas planas son menos perceptibles y se caracterizan por su superficie lisa y color ligeramente más oscuro que el de la piel circundante. A menudo, aparecen en el rostro, cuello, manos y rodillas
Son más planas y menos elevadas que otros tipos de verrugas, lo que las hace menos notorias. Afectan principalmente a niños y jóvenes y son causadas por las cepas 3, 10 y 28 del VPH. Su tratamiento es similar al de otros tipos de verrugas, aunque su localización puede requerir abordajes más cuidadosos para evitar cicatrices.

Verrugas plantares

Las verrugas plantares se encuentran específicamente en la planta del pie. A diferencia de otros tipos, estas verrugas pueden causar dolor al caminar, debido a la presión ejercida sobre ellas. 
Se identifican por su localización y porque tienden a formar endurecimientos en la superficie de la piel, con uno o más puntos negros centrales. Son causadas por las cepas 1, 2, 4 y 63 del VPH y pueden ser particularmente resistentes al tratamiento, dada la dificultad de penetrar la gruesa piel de los pies.

Verrugas anogenitales

Las verrugas anogenitales, conocidas también como condilomas acuminados, afectan las áreas genitales y perianales. Son causadas por las cepas 6 y 11 del VPH, consideradas de bajo riesgo pero con un alto potencial de transmisión sexual. 
Estas verrugas son de particular interés debido a su modo de contagio y su asociación con alteraciones cervicales precancerosas en mujeres. Su tratamiento es prioritario para prevenir la transmisión y complicaciones asociadas y puede variar desde aplicaciones tópicas hasta procedimientos quirúrgicos, dependiendo de su extensión y localización.

Cómo identificar verrugas preocupantes

Normalmente, las verrugas comunes suelen ser inofensivas y desaparecen por sí solas con el paso del tiempo. Entre un 60% y un 70% de las verrugas desaparece espontáneamente antes de 3 meses y en los niños, dos tercios de las verrugas que presentan se eliminan por sí solas en un periodo de dos años
Sin embargo, es importante estar alerta ante ciertos síntomas de alarma y conocer los mitos y verdades sobre estas lesiones cutáneas.

¿Cuándo preocuparse por una verruga?

Una verruga debe preocupar cuando produzca dolor, interfiera con la función normal del individuo o por motivos estéticos importantes. Es necesario consultar a un médico cuando se note que la verruga ha crecido, cambiado de color o cuando empiecen a molestar o interferir en el día a día normal.
La mayoría de las verrugas son asintomáticas, es decir, no producen ni picor ni dolor de ningún tipo. Las únicas verrugas que suelen causar dolor, como te mencionamos anteriormente, son las verrugas plantares.

¿Cómo se contagian las verrugas y cómo evitar su propagación?

Las verrugas se contagian por contacto directo, necesitando una puerta de entrada que suelen ser pequeñas roturas en la piel o en las mucosas, aunque no todas las personas que entran en contacto con el virus desarrollan verrugas. Es falso que las verrugas se transmitan a través de la sangre, ya que el virus causante no se encuentra en la sangre.
Para evitar la propagación de las verrugas, es importante no arrancarlas, ya que eso puede propagar el virus. Además, se recomienda no morderse las uñas ni retirar la cutícula, ya que las verrugas aparecen con mayor frecuencia en la piel agrietada
También hay que evitar cepillar, frotar, cortar, afeitar o depilar la zona que tenga verrugas. Además, el contacto directo con las propias verrugas puede hacer que aparezcan otras nuevas, por lo que es fundamental mantener una buena higiene y evitar el contacto directo con las lesiones.

Tratamientos para eliminar las verrugas

Si las verrugas no desaparecen por sí solas, existen diferentes tratamientos para eliminarlas, aunque ninguno de ellos es 100% eficaz. Estos tratamientos pueden ser agentes queratolíticos; citotóxicos; inmunomoduladores; crioterapia; láser y la resección quirúrgica, entre otros. 
El médico determinará el tratamiento más adecuado en función del tipo de verruga, su localización y las características del paciente.

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