En España, un alto porcentaje de la población sufre de problemas de circulación en las piernas y los pies, como calambres; hinchazón o varices, que se agravan con los cambios bruscos de temperatura. 
Esto se debe principalmente a la pérdida de elasticidad en las venas y la falta de fuerza para impulsar adecuadamente el flujo sanguíneo, lo que provoca una acumulación de líquido en las extremidades inferiores.
Las causas de una mala circulación pueden ser genéticas, pero también están relacionadas con factores como el colesterol alto; la obesidad; el embarazo o malos hábitos como fumar, llevar una dieta poco saludable y la falta de ejercicio
Sin embargo, la buena noticia es que, a excepción de la genética, todos estos factores tienen solución y la alimentación juega un papel fundamental.

Síntomas de la mala circulación

Los primeros síntomas de una mala circulación suelen ser pesadez en las piernas, como si estuvieran cargando un gran peso. También pueden aparecer dolor similar al de las agujetas; cardenales que se forman fácilmente con un mínimo golpe; hormigueo e incluso calambres
Para aliviar estos síntomas y mejorar la circulación, es esencial mantener hábitos saludables.

Hábitos para mejorar la circulación

Entre las recomendaciones para combatir la mala circulación se encuentran:
  • Evitar el sedentarismo y no cruzar las piernas durante mucho tiempo.
  • Si se requiere estar de pie por períodos prolongados, usar medias de compresión.
  • Evitar la exposición directa al calor (sol, rayos UVA o cera caliente).
  • Elevar las piernas cuando sea posible.
  • Utilizar complementos alimenticios, geles, sprays y otros productos que ayuden a aliviar las molestias y mejorar la circulación.
  • Realizar masajes ascendentes desde los tobillos para favorecer el retorno venoso.
Además, se recomienda levantarse cada 2 horas y caminar al menos 5 minutos; practicar actividades físicas con regularidad (al menos una hora, tres veces por semana); colocar una almohada alta para mantener los pies elevados mientras se duerme y beber al menos 2 litros de líquidos al día, preferiblemente agua, leche y jugos naturales.

Alimentación para combatir la mala circulación

La alimentación también desempeña un papel crucial en la mejora de la circulación sanguínea. Algunos alimentos recomendados son:
  • Ajo: tiene efecto anticoagulante.
  • Limón: mejora la elasticidad de las venas.
  • Uva negra y arándanos: ricos en antioxidantes y vitamina C, ayudan a mejorar el tono venoso.
  • Nueces: gracias a su contenido en omega-3, tienen propiedades antiinflamatorias y contienen vitamina B3, que favorece la circulación.
  • Cúrcuma y cola de caballo: especias con propiedades beneficiosas para la circulación.
  • Jengibre y chiles: contienen capsaicina, que promueve el riego sanguíneo y controla la actividad cardíaca.

¿Qué otros remedios naturales ayudan a mejorar la circulación?

Además de los alimentos mencionados, algunos remedios caseros pueden ser de gran ayuda para mejorar la circulación sanguínea. Los zumos naturales, por ejemplo, actúan como antiinflamatorios y mejoran el paso de la sangre por las arterias
Algunas combinaciones recomendadas son piña con jengibre; sandía con limón o remolacha con naranja.

¿Cómo puede el drenaje linfático manual ayudar a la circulación?

El drenaje linfático manual es una terapia que facilita la circulación de la linfa cuando ésta se encuentra alterada. Consiste en un masaje realizado con movimientos ascendentes para estimular el movimiento de la linfa y la acción de los ganglios linfáticos
Se recomienda realizarlo una vez por semana en casos de retención de líquidos y mala circulación.

Técnica de masaje linfático

Preparación
Pasos a seguir

Recomendaciones adicionales

  • Realiza el masaje linfático al menos una vez a la semana.
  • Mantén una hidratación adecuada antes y después del masaje.
  • Evita realizar el masaje en caso de tener infecciones o heridas abiertas.
  • Consulta con un profesional de la salud si tienes dudas o necesitas orientación.

Ejercicios y estiramientos para mejorar la circulación

Realizar algunos ejercicios y estiramientos también te ayudará con tus problemas de circulación. Algunos de los más recomendados son:

Ejercicios

  • Caminar regularmente, al menos 30 minutos al día.
  • Realizar ejercicios aeróbicos como natación, ciclismo o bailar.
  • Practicar ejercicios de fortalecimiento muscular, como sentadillas o zancadas. Realiza 2-3 series de 10-15 repeticiones de sentadillas y/o 2-3 series de 10-12 repeticiones por lado de zancadas. Esto ayuda a bombear la sangre a través de las piernas.
  • Sube y baja escaleras durante 10-15 minutos para aumentar el flujo sanguíneo.
  • De pie, sube y baja los talones, haciendo 2-3 series de 15-20 repeticiones.
  • Siéntate y realiza rotaciones de tobillos en ambas direcciones, 10-15 veces por cada lado.
  • De pie, apoya las manos en la pared y estira suavemente los músculos de las pantorrillas.
  • Acuéstate y eleva las piernas por encima del nivel del corazón durante 5-10 minutos.

Técnicas de relajación

Estiramientos

  • Estirar los músculos de las piernas, como los isquiotibiales y los gemelos.
  • Realizar movimientos de flexión y extensión de los tobillos.
  • Elevar las piernas por encima del corazón durante unos minutos.
Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y adaptar los ejercicios a tus necesidades y capacidades. Consulta a un profesional de la salud si tienes dudas o preocupaciones.

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