Hacia principios del siglo XX, el bioquímico Casimir Funk descubrió unas sustancias vitales para los humanos que denominó aminas. Hoy, más de un siglo más tarde en todo el mundo, reconocemos la importancia de las vitaminas y sabemos que la carencia de las mismas puede tener perjuicios significativos en nuestro organismo. 
Anteriormente hemos hablado de ello y de cómo, a pesar de estar en buen estado de salud en general, deberías pensar en incorporarlas. Por un lado, para la salud de tus uñas y tu pelo, pero por otro lado y aún más importante, para la función de tu cerebro.
Entre las vitaminas, cuentan como aliadas la vitamina C, que protege al cerebro de los radicales libres, contribuye a la producción de neurotransmisores y puede prevenir enfermedades neurodegenerativas; la vitamina E, que puede retrasar la evolución del Alzheimer y el omega 3 y el zinc, que aunque no son vitaminas, protegen frente al daño oxidativo y ayudan a una función cognitiva normal.
Hoy queremos centrarnos en la vitamina más importante que deberías incorporar en épocas de alta demanda, como durante las fechas de exámenes.

El papel de las vitaminas B en el rendimiento cognitivo

Las vitaminas B son esenciales para el cerebro, como puede comprobar cualquiera que haya cursado en la Universidad de Harvard. Por ejemplo, la psiquiatra y nutricionista formada en dicha universidad y autora del libro "This is your brain in food", Uma Naidoo:  "El grupo de vitaminas que más priorizo para mantener mi cerebro joven y saludable son las vitaminas B".
No obstante, es importante saber que el término "vitamina B" es plural y abarca ocho substancias, cada una con un rol diferente en la salud cerebral y el sistema nervioso. Cada una contribuye de manera distinta y específica a distintos aspectos del rendimiento cognitivo.

Vitaminas B y su relación con la salud

Algunas de estas vitaminas, como la B1 (tiamina) y la B2 (riboflavina), contribuyen al correcto funcionamiento celular y al metabolismo energético, esenciales para las funciones orgánicas (incluido el rendimiento cardiovascular y metabólico). Por otro lado, la B3 (niacina) es un antioxidante esencial que reduce la inflamación corporal y metaboliza la grasa, que es el combustible del cerebro. 
La B5 (ácido pantoténico) está asociada a muchas de las reacciones químicas esenciales para el sistema inmunológico y el cerebro. Por su parte, la B6 (piridoxina) reduce el riesgo de ciertas enfermedades como el cáncer y la B7 (biotina) ayuda al correcto funcionamiento de los neurotransmisores. 
Por último, la B9 (folato) es esencial para la formación de estos neurotransmisores, especialmente en el feto.

El papel crucial de la nutrición

Para optimizar el rendimiento cognitivo, necesitamos asegurarnos de cubrir las necesidades vitamínicas de nuestro organismo, especialmente en época de exámenes. Por ello, las especialistas en nutrición recomiendan incluir en nuestra dieta legumbres, ricas en vitaminas B1, B2, B3, B5 y B6; salmón, que contiene vitaminas B2, B3, B6 y B12 y las verduras de hoja verde, ricas en B9.

Las recomendaciones de expertos

Además de las vitaminas, hay otros complementos que pueden ayudar durante los períodos de estudio. Marián García, farmacéutica y divulgadora, recomienda la jalea real, rica en vitaminas, aminoácidos y minerales. 
También, las sardinas, con alto contenido de fósforo y la carne roja, rica en hierro, mineral fundamental que nuestro organismo puede absorber más fácilmente cuando se ingiere con vitamina C.

Alimento con vitamina B para incorporar en época de estudio

Huevos

Los huevos son una excelente fuente de B2 (riboflavina) y B12, vitales para la producción de energía y el mantenimiento de las células nerviosas. Incorporar huevos a tu dieta puede mejorar la concentración y memoria.

Lácteos

Los productos lácteos como la leche y el yogur son ricos en B2 y B12. Consumir lácteos puede ayudar a mantener una función cerebral óptima y apoyar el bienestar mental.

Frutos secos

Los frutos secos, especialmente las almendras y nueces, son una buena fuente de B2, B3 (niacina) y B6, ayudando a reducir el cansancio y la fatiga mientras estudias.

Aguacates

Ricos en B5 (ácido pantoténico), los aguacates contribuyen al rendimiento mental al soportar el metabolismo energético. Añadir aguacates a tus comidas puede ser una deliciosa manera de mejorar tu capacidad cognitiva.

Carnes magras

Las carnes magras como el pollo y el pavo son excelentes fuentes de B3 y B6, esenciales para la función cerebral y el sistema nervioso. Incorporar carnes magras en tu dieta puede ayudar a mejorar el enfoque y la claridad mental.

Semillas

Las semillas, incluidas las de girasol y calabaza, son ricas en B1 (tiamina), B6 y ácido fólico (B9), contribuyendo a una mejor función cognitiva y reducción del estrés.

Cereales integrales

Los cereales integrales, como la avena y el trigo integral, son fuentes de B1, B3 y B5 que ayudan a mantener la energía y la concentración durante largas sesiones de estudio.
Incorporando estos alimentos ricos en vitamina B en tu dieta, no sólo estarás apoyando tu función cerebral durante los periodos de estudio, sino que también contribuirás a tu salud general y bienestar. 

También te puede interesar: