En nuestras cocinas españolas, la preparación del arroz blanco parece una tarea sencilla. Sin embargo, a menudo nos surgen dudas recurrentes sobre la cantidad requerida y, sobre todo, el tiempo óptimo de cocción. 
Con el arroz, el cálculo de raciones -al igual que ocurre con la pasta- puede resultar un desafío, especialmente al ver esos pequeños granos crudos que nos hacen pensar que no es suficiente. Además, una vez que logramos ajustar la cantidad perfecta de arroz, queda por descubrir cuánto tiempo debemos cocinarlo para lograr el equilibrio perfecto: que no esté ni muy duro, ni demasiado blando y pegajoso. 
Cocer arroz en definitiva es un arte, mitad ciencia, mitad intuición. Por ello, en este artículo te compartiremos algunos secretos para que siempre lo hagas a la perfección. 

Técnicas y matices en la cocción del arroz

Primero que nada debemos recordar que, además del factor tiempo, hay otros aspectos importantes a considerar a la hora de cocer el arroz. Como mencionamos antes, al igual que con la pasta, en el caso del arroz el tiempo de cocción puede variar en función del tipo de grano (el arroz integral, por ejemplo, necesita más tiempo) y del método de cocción que decidamos utilizar. 
En ese sentido, no es lo mismo hervir el arroz en una olla a presión que cocinarlo en una cazuela sin tapar o hacerlo con abundante agua para luego escurrirlo, ni hacerlo con la cantidad exacta hasta que se absorba toda el agua. 
Para calcular el tiempo de cocción, es vital considerar tanto el tipo de grano como el método que hemos elegido para hacerlo. 

El clásico método de cocción en cazuela sin tapa

Provechoso por su simplicidad y control, este método consiste en cocer el arroz en una cazuela con abundante agua y sin tapar. El propósito de no poner la tapa es ayudarnos a vigilar y controlar el punto de cocción del arroz durante el proceso.

El toque maestro: el lavado previo y la reducción del tiempo

A la hora de cocer arroz blanco, existe un truco sencillo pero esencial para acortar la cocción y obtener un mejor resultado: el lavado previo. El viejo adagio culinario dice que el arroz blanco tarda 20 minutos en cocerse desde que el agua empieza a hervir. 
Sin embargo, al lavar el arroz antes de cocerlo para eliminar el exceso de almidón conseguiremos un grano más suelto y reduciremos el tiempo de cocción por un margen de cuatro o cinco minutos. ¿Cómo?
En una cazuela, ponemos el agua a calentar y, cuando arranque a hervir, añadimos la cantidad de arroz requerida. Removemos bien al principio y ocasionalmente durante la cocción para evitar que los granos se peguen al fondo de la cazuela. Dejamos al arroz cocer durante unos 15 minutos con la cazuela destapada (el tiempo exacto dependerá de la variedad de arroz y de la textura que prefieras). 
Una vez listo, es recomendable escurrir el arroz y enfriarlo con agua para detener la cocción y evitar que quede apelmazado.

Si sois muchos en casa, igual os interesa tener una arrocera eléctrica

Tener una arrocera eléctrica en casa ofrece múltiples ventajas, especialmente en hogares donde conviven muchas personas. 
En primer lugar, la comodidad y facilidad de uso de estos aparatos son inigualables. Con solo medir el arroz y el agua, cualquier persona puede cocinar arroz perfectamente cada vez, sin necesidad de supervisión constante. 
Esto libera tiempo para que los miembros de la familia se dediquen a otras tareas o actividades de ocio, optimizando así la gestión del tiempo en el hogar. Además, las arroceras eléctricas suelen tener funciones de mantenimiento del calor, lo que significa que el arroz se mantiene a una temperatura ideal para servir durante horas después de cocinado, adaptándose a los diferentes horarios de comida de cada quien en la casa.
Para facilitar la elección, recomendamos visitar esta página, donde encontrarán una selección de las mejores arroceras eléctricas del mercado, con análisis detallados de sus características, ventajas y precios.
 

Propiedades nutricionales del arroz blanco

Valor energético

El arroz blanco es conocido por su alto contenido en carbohidratos, lo que lo convierte en una excelente fuente de energía. Una porción de 100 gramos de arroz blanco cocido proporciona aproximadamente 130 calorías.

Bajo en grasas

Uno de los beneficios del arroz blanco es su bajo contenido de grasas. Esta característica lo hace ideal para personas que buscan controlar su ingesta de grasas o que están en una dieta de control de peso.

Vitaminas y minerales

Aunque el proceso de refinamiento reduce parte del contenido de fibra, vitaminas y minerales en comparación con el arroz integral, el arroz blanco aún conserva cantidades importantes de vitamina B1 (tiamina), vitamina B3 (niacina) y hierro. Estos nutrientes son esenciales para convertir los alimentos en energía y para mantener el sistema nervioso saludable.

Digestibilidad

El arroz blanco es fácil de digerir debido a su bajo contenido de fibra. Esto lo hace especialmente útil para personas con digestión sensible o para aquellos que requieren una dieta blanda, como parte de la recuperación de una enfermedad gastrointestinal.

También te puede interesar: